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La acción transcurre en un pasaje de esos que cortan Alvarez Jonte. Allí, en el amplio salón de una casa del barrio, el fotógrafo de Ñ dispara una y otra vez sobre Juan "Tata" Cedrón –el anfitrión y, en la oportunidad, ejecutante de ukelele– y Horacio Molina –con la guitarra del Tata–, entregados a cantar a voz en cuello ¡un bolero! Detrás de cada uno de ellos hay una dilatada trayectoria en el mundo de la música popular argentina, y más específicamente en el tango, que los hace no sólo insoslayables, sino en muchos sentidos, piezas fundamentales de la renovación comenzada a partir de la década de 1960. Venidos de horizontes distintos, ocupando nichos y estilos claramente diferenciados, ambos, sin embargo, comparten una serie de pasiones que se hacen evidentes durante la conversación. Una de ellas es Mercedes Sosa, para quien uno y otro tienen palabras de admiración. Otra, que roza la devoción, es Carlos Gardel. Leer nota
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