sábado, 19 de diciembre de 2009

Joaquin Sabina

Sabina igual a sí mismo
Con las entradas agotadas, unas quince mil personas sentadas, Joaquín Sabina salió al escenario del Sant Jordi más a cosechar que a sembrar. El de ayer fue un concierto basado en la complicidad pero que concluyó por todo lo alto con los temas más emblemáticos de su repertorio y, sobre todo, con las apariciones sorpresa de Joan Manuel Serrat y Estopa. El Sant Jordi en pie cantó con ellos y se vino abajo. El concierto había empezado con quince minutos de retraso y a los acordes de Lili Marlen. El de Úbeda, tocado con su tópico bombín (a la entrada los vendían piratas a cinco euros), atacó ya de entrada el single de su último disco: Tiramisú de limón. Leer nota

No hay comentarios:

Publicar un comentario