Fito justifica y embellece
“Confiá” con las cinco primeras canciones, que no son tan íntimas sino más bien
beatlescas. Una preciosa influencia que adquirió Páez, quien parece ser el preciso eslabón perdido entre los de Liverpool y el Río de La Plata, o bien entre Mozart y Charly. Por lo menos en las dos primeras (”Tiempo al tiempo”, “Confiá”) se despoja de la melancolía (o juega ambiguamente con ella), emprende un viaje musical y compositivo con versos positivos, sencillos (”Todos los días sale el sol, y la luna vuelve a brillar”) .
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