La directora del Museo Judío de Berlín, el primero erigido por un pueblo perpetrador en tributo a sus víctimas, analiza las tensiones presentes en las instituciones consagradas al trauma colectivo. Su recorrido por distintos memoriales, desde Kiev a Varsovia, propicia por adelantado la reflexión sobre el futuro todavía incógnito del museo de la ESMA.
Leer nota
No hay comentarios:
Publicar un comentario