Taty Almeida, de la Madres de la Plaza de Mayo me habla de la presentación del libro de poemas de su hijo desaparecido. En Madrid, como en la Plaza de Mayo de Buenos Aires, hombres y mujeres empuñan carteles con los rostros de los represaliados por la dictadura. Mi abuelo, albañil, recorría cuarenta kilómetros todos los días para ir al trabajo. En su pueblo no podía trabajar. Era un estigmatizado. Era republicano. Tuvo más suerte que otros. Sobrevivió. Leer crónica
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