viernes, 4 de junio de 2010

Divididos " El regreso de la aplanadora invencible"

Un solo de batería. La Ludwig blanca crujía delante de Catriel Ciavarella, con su estilo ’70, tributario de John Bonham, desde el minuto cero del recital de Divididos. Así empezaba la historia: Ricardo Mollo y Diego Arnedo recorrían el escenario agitando los brazos ante el público que semanas antes había agotado las localidades del Luna Park. Esta cita, que obligó a agregar dos más en el templo del box (la de ayer y la del primer sábado de julio), tenía como excusa la presentación de Amapola del 66, última entrega de estudio del trío, la primera después de ocho años. Leer nota

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