Un momento de tranquilidad entre tanta furia. En pleno centro de la ciudad de Buenos Aires, donde la gente anda cargada con sus preocupaciones financieras y laborales, se abrió el primer “siestario”: un lugar para ir a dormir la siesta, con aromas y colores adaptados a la personalidad de cada uno. Es un proyecto privado que invita a relajarse después del mediodía y suma a la Argentina a la tendencia mundial que está dando más valor a la siesta. En Japón, Estados Unidos, Inglaterra, y Australia ya hay empresas que ofrecen servicios similares; o se lo estimula desde lo público, como en Francia.
Leer nota
No hay comentarios:
Publicar un comentario