![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhV5h2QorR07r-wWYs0mumJ9FLoOe8U3wLIqS7bkWsvKFRCDLibRY7yY8r_YoJZ_cLa9vjzIoY-Y1bAzHDDiigqIW3rldJugKhD_1Q-jZi025-rs2E5r1WhWcpIxEnlqX64KfDqvNsyKHU5/s320/nac34.jpg)
“No quiero seguir haciendo esto”, afirma Michael Moore sobre el final de Capitalismo: una historia de amor. “Esto” son las películas. Así parece: Michael Moore no quiere seguir haciendo películas. Quiere hacer política, quiere agitar, quiere ser parte de un movimiento de rebelión antisistema, para terminar de una vez con el capitalismo e instalar en su lugar... ¿el socialismo, el comunismo, algún sistema nuevo? No. El realizador de Bowling for Columbine y Fahrenheit 9/11 se conforma con refundar, junto a otros hombres y mujeres de buena voluntad, la democracia americana.
Leer nota
No hay comentarios:
Publicar un comentario