Hace ahora justo veinte años, la irlandesa Sinéad O'Connor (Dublín, 1966) se convirtió en una de las voces más populares del planeta con su interpretación, a lágrima viva, de un tema apenas conocido de Prince:
Nothing compares 2U. Desde entonces ha encadenado polémicas destructivas, discos solo regulares, rumores sobre su lesbianismo y dos enfermedades graves: fatiga crónica y trastorno de bipolaridad. Nada de ello, milagrosamente, le ha hecho descarrilar. "Aunque me consideran controvertida en lo personal y lírica en lo artístico, nada me define mejor que el coraje", presume, con verbo lacónico pero contundente, desde su domicilio dublinés.
Leer nota
No hay comentarios:
Publicar un comentario