Quiero que me comprendas: no tuve otra habilidad que la guitarra. No quiero hacer otra cosa.
Me consagré mucho a la enseñanza. Tenía como mil alumnos. Es muy lindo ver a un pibe desesperado porque le pases algo. Muchas veces descubrí cosas, sin querer, mientras daba alguna indicación a un alumno.
Siempre supe que mi hijo Javier era un talento.
Yo toqué en Swing 39. Y ese grupo no era el mejor pero me dio más trabajo que todos. Un amigo de la banda, no voy a decir el nombre, trabajaba en un banco. Hablaba todo el día por teléfono y quedaba bien el tipo: como que estaba vendiendo acciones. Pero la verdad es que nos conseguía fechas para tocar en todos lados. Leer nota
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