La parrhesía, tal como la estudió Michel Foucault, era, en la Antigüedad, la  práctica de decir la verdad “sin esconderla con nada”, bajo el riesgo del  rechazo o la ira del interlocutor. Esta práctica se sitúa en “la prehistoria de  algunas parejas célebres: el penitente y su confesor, el enfermo y el  psiquiatra, el paciente y el psicoanalista”. Leer nota
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