En la historia del rock existe un extraño ciclo que resulta tan paradójico como irónico: los pioneros de los años cincuenta eran solistas, pero los nombres más importantes de la década siguiente fueron de grupos que a su vez se fueron separando y dieron lugar a exitosas carreras individuales. Así nació esa suerte de axioma que establece que, tarde o temprano, todos los cantantes de las bandas importantes van a dar el paso hacia el lado del camino en solitario. De hecho, acaba de ocurrir hace muy poco en Argentina con Los Piojos/Andrés Ciro y Bersuit Vergarabat/Gustavo Cordera.
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