![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiUpBSitdQKqTbALQJZZSr1zxtBgdd_8DEtSI9epFiwRLIr-3HlZPOHM5XOvvhcBR5O8QrFecdjPFS4BxZKv594wdkZAuXSPpTZYmNqA_xO1VzpSuwq5NMEQG8t76hCII9ijIe0EtVSht8/s320/na40fo01.jpg)
Nació como sinónimo de buena educación, de respeto a las leyes y al pensamiento dominante, de educación y ética que no discrimina a las personas por el color de su piel o sus diferencias de ser y estar, de acatamiento a la línea del partido cualquiera sea, etc. La expresión se propina a veces de manera irónica para calificar o descalificar a los “demasiado normales” que no se desvían un ápice de las actitudes socialmente aceptadas, ni incurren en ideas cuestionadoras de la rutina o del statu quo, ni en gestos o mohínes poco amables. El concepto es moneda corriente del habla y adquiere rostros distintos con el tiempo. Al mismo tiempo.
Leer nota
No hay comentarios:
Publicar un comentario