lunes, 5 de diciembre de 2011

Pedro Aznar : Los viajes de una voz

Pedro cerró su concierto a las 23.20 sentado a lo indio al borde del escenario con sus músicos, tocando y cantando “Los chicos de la calle” sin ningún (ningún) tipo de amplificación mientras que en el teatro repleto, fascinado, reinaba tanto silencio que podían oírse hasta las ideas.

Pero casi dos horas antes había elegido empezar la noche con un set incendiario y a volumen feroz (“Mientes”, “Ella se perdió”, “Cucamonga Dance”, “Diana”; todo el mejor Tango Aznar-García); el teatro a tono, en llamas, levantaba un metro del piso cada butaca. Ahí el tipo se descolgó el bajo, transpirado; le alcanzaron una toalla para secarse la cara y dijo: “Arranqué con el final del show, ¿no?”. Leer nota

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