Los árboles caídos sobre las calles de Morón sur hacen mucho más dificultosa la llegada. El tornado dejó su huella. Por suerte, en el chalecito de Alejandro Medina ya volvió la luz. Y el ex Manal, con una sonrisa de oreja a oreja, abre la puerta e invita a pasar con su abrazo ancho a lo Rubén Peucelle: “Anoche compramos unas velas y nos quedamos jugando al backgammon con Loló. Disculpen el desorden”. Leer nota
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