El tipo de la voz curtida alza los ojos al viento que raspa -como un turbo frío- el techo de este estudio en Villa del Parque: “La Cocina de Betty”. Daniel Melingo percibe el tenso silbido que se cuela entre los pulsos del contrabajo, el bandoneón y la guitarra que emiten dos parlantes frente a un piano vertical con sonido de cabaret. ¿Cuántas escuchas habrá hecho de Anda, su octavo disco solista, que grabó aquí mismo y saldrá el viernes en la Argentina y Europa? Otros vientos lo atraviesan: el viaje imaginario por los orígenes del tango que hace el personaje recobrado de su disco
Linyera (2014). Ahora, en
Anda, Daniel Melingo acentúa su búsqueda de un tango sin nostalgias para el siglo XXI. Leer
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