Son las 16 del 20 de agosto feriado y ya hay gente en la
puerta de La Trastienda. No toca nadie; se trata de Divididos, y de su
propuesta de viajar en el tiempo a cuando su álbum debut, 40 dibujos ahí en el
piso, tomaba forma en medio del doble duelo de la muerte de Luca y de la de
Sumo, y de traerlo al presente, con el sonido 2018 del trío y bajo el título
Haciendo cosas raras.
“40 dibujos... lo armamos en el mismo sótano en el que
ensayábamos con Sumo, pero en vez de seis, éramos Diego, yo y una batería
electrónica. Pusimos una cortina para que el espacio no pareciera tan grande.
Pero seguir era la única manera de hacer que el dolor fuera más leve”, recuerda
Ricardo Mollo, en una ronda de prensa informal dentro del local donde, a unos
metros, Diego Arnedo por un lado, y Catriel Ciavarella por el otro, completan
la escena. Leer completo aqui
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