¿Qué hechos fueron relevantes en la Argentina de 1988 para
la cultura popular? Eso mismo parece preguntarse el escritor y periodista
Martín Zariello en su trabajo 1988. El fin de la ilusión (Sudamericana, 2018).
Con esa inquietud como punto de partida, el autor nacido en Mar del Plata
selecciona una serie de hechos de aquel año en el que Ricardo Alfonsín presidía
el país y desliza un análisis entretenido en donde se mezclan la mirada
intelectual con la desfachatez de un joven que lo pone todo bajo la lupa de una
canción de rock y la literatura.
Anclado en un perfil integrado de la cultura, el marplatense
teje capítulos independientes entre sí pero que se van a entrelazar por la
naturalidad de su prosa. Dentro de la paleta de los hechos variopintos que
aparecen, siguiendo el hilo analítico de Zariello, se puede ver cómo Luis
Alberto Spinetta, a través de la salida de su disco solista Tester de
violencia, crea un concepto que parece haber leído la última página de la
década de los 90. “Tester de violencia se intuye al mismo tiempo como la
madurez del Spinetta ochentoso pero también como spoiler de la década de los
noventa”, dice el autor en el apartado que titula “Pelusón of Foucault”.
En otro capítulo (“Amnesty es un lugar del que nadie puede
regresar”) se revive el día que Charly García fue noticia por pelearse con la
crew de Bruce Spingsteen y cuando las Madres de Plaza de Mayo estuvieron en el
escenario con Sting. Fue en el marco del tour Amnesty Internacional, el cual
terminó su gira en la cancha de River bajo el tutelaje de tres artistas
internacionales que traían todo el contenido político: Peter Gabriel, Sting y
Bruce Springsteen. Por el lado local, los representantes fueron Leon Gieco y
Charly. Cuando le tocó el momento al músico de bigote bicolor empezaron los
problemas. Primero no le permitieron estar con toda su banda y después querían
que su sonido sea inferior al de las estrellas de la noche. Por supuesto eso
para el autor de Los Dinosaurios era inconcebible. “De esa disputa nace el
famoso ‘acá el jefe soy yo’, que Charly le espetó a la comitiva de Bruce
Springsteen”, cuenta Zariello. Leer completo aqui
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