viernes, 14 de agosto de 2009

Iggy Pop

"Me convertí en un viejo choto"
–Hola, le habla el doctor Zucker.
–No creo que conozca a ningún doctor Zucker.
–Lo sé, discúlpeme. Trabajo en el hospital neuropsiquiátrico de la UCLA, desde donde lo estoy llamando. Hasta ahora hospitalicé a dos Jesucristos, un Napoleón Bonaparte, un albino que cree que es Papá Noel, y ahora tengo a un tipo que trajo la policía que dice que es Iggy Pop y que usted es su manager.
La llamada no fue algo demasiado extraño para Danny Sugerman, el representante de Iggy Pop en sus primeros intentos después de los Stooges. El año era 1974, el cantante venía de la implosión de su banda y de un proyecto fallido junto a Ray Manzarek (The Doors), y estaba hasta las manos con la heroína y las pastillas. Los conciertos en los que se cortaba el pecho con botellas rotas o arrojaba manteca de maní mientras caminaba sobre el público ya eran material de leyenda, y el tipo que antes parecía indestructible estaba a punto de desfallecer. Leer nota

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