sábado, 8 de agosto de 2009

Ray Bradbury

Ray Bradbury no cree en computadoras
La última vez que Ray Bradbury pisó suelo argentino Menem, estaba sentado en el sillón de Rivadavia, la selección de fútbol se preparaba para enfrentar a Ecuador en su camino a la Copa del Mundo Francia 98 y los aeropuertos estaban a punto de ser privatizados. Fue el 26 de abril de 1997 y el autor de Crónicas marcianas recibió la bienvenida de un héroe, un astronauta ilustrado: dio charlas en la XIII Feria Internacional del Libro, fue designado Visitante Ilustre de la Ciudad de Buenos Aires en un acto de cuarenta y cinco minutos y, exultante, recorrió el Planetario luciendo sus gafas –gruesas y registradas– y un traje tan blanco como sus canas.Leer nota

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