Fui a cantar a México", cuenta Concha Buika, "y Chavela entró en el camerino llorando y me dijo: 'Tú eres mi hija la negra". Aunque no fue amor a primera vista. Se habían conocido en Madrid. "De todos es sabida la mala leche de Chavela. Mariana, mi representante, me llevó a la Residencia de Estudiantes. La idea era que Martirio y yo la acompañáramos en un concierto. Empezamos a hablar y me dice: 'Cántame, niña'. Y a mí me tembló un poco la voz. Antes de que terminara me dijo: 'Para, para, necesitas mucho todavía para poder cantarme'. Leer nota
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