“Un tema proverbial de mi vida fue ‘Zamba para no morir’, de Hamlet Lima Quintana. Lo que decía el poema era mi vida: Matus me había dejado y yo me quedé sola con mi hijo de siete años. Fue muy duro. Pero me ayudó la zamba, que tardó en ser un éxito.”
- “Yo jamás me distancié del festival ni del pueblo de Cosquín. La primera vez que actué en Cosquín paré en la casa de un bombero, porque con Matus no encontrábamos otro lugar. Nos acostábamos temprano y a las 3 de la mañana salíamos a las peñas fresquitos, cuando todos ya estaban vencidos. Ahí me hice amiga del festival, pero no de la comisión organizadora, que no quería que yo cantara. Si subí al escenario principal fue por Jorge Cafrune.” Leer nota
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