lunes, 9 de abril de 2012

Emir Kusturica, un workaholic que aprendió a vivir

Ser un genio es… ¿Qué cantidad de sinónimos podrían ubicarse en la sucesión de puntos suspensivos? Quien converse unos diez minutos corridos con Emir Kusturica podrá arriesgar que con sólo pegarle una mirada, este hombre de actitud eléctrica y gesto contenedor, cumple con los atributos necesarios para lograr encaramarse en esa categoría, casi con la naturalidad de la sustancia heredada de la tierra balcánica de la que partió hace tiempo. Leer nota

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