La kermesse de Las Pastillas del Abuelo

Una kermesse para Las Pastillas del Abuelo sería algo así: carrera de embolsados, golpes al martillo de fuerza, carpas blancas, rojas y azules, cinchadas, banderines de colores y Coco Sily cantando con su propia banda canciones de Pappo. Plantada en el predio del Hípico de Buenos Aires, un espacio inédito hasta el momento para el rock, la fiesta de Las Pastillas fue diseñada a la medida de la banda, respetando y amplificando esa filosofía inclusiva que reivindica sin respiro la diversión, la amistad y la familia. Como una figura cercana, un tipo de carisma llano, un hermano mayor de voz potente y respetada, Juan Germán Fernández -acá Piti para todos- es un tipo consciente y responsable de su rol de comunicador. Será por eso que ni siquiera tiene intenciones de volver a tocar en vivo "El sensei", ese hit-pirata fumón que se propagó por la red en etapa Napster y prefiere invertir el tiempo en hablar con pasión del valor de una madre mientras roza el complejo de Edipo en "Diosa de la transformación", reivindicar la figura de un padre compartiendo "Viejo" junto al uruguayo Alejandro Balbis, o asegurar lo mágico que puede resultar la lectura y la escritura en "Leer y escribir". Leer nota