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Le habrá entrado mal por un segundo, o menos. Pero el flaco detiene la marcha de su banda y admite el error. “Esperen, esperen... el que se equivocó fui yo. Vamos de nuevo.” Y con velocidad de reflejo mete una sentencia con voz de gag, de esas típicas en él. “¿Sabés cuándo se va a hacer justicia?, cuando se lo den a Hugo Fattorusso...” La platea estalla –no cabe un alfiler en el Teatro Colonial de Avellaneda– y la referencia, obvio, remite al Gardel de Oro pegado en la semana. Así es, con elegancia y naturalidad, como sucede el impacto en él de un premio así, y todo lo que conlleva. Leer nota
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