miércoles, 9 de junio de 2010

Oliver Stone: el corazón mirando al sur

El interés de Stone por los hombres poderosos, encumbrados en la cima del poder político, es tan viejo como su obsesión por la historia bélica y fundacional de los Estados Unidos, retratada en filmes como Pelotón (1986) o Nacido el 4 de julio (1989), que hacían pie en la trama profunda de Vietnam teñida por su propia experiencia y que le valieron, ambas, el Oscar a Mejor Director. En ese rol o en el de productor, puso el ojo en el contorno humano de biografías como las de John Fitzgerald Kennedy (JFK, 1991), la polémica Nixon (1995) o los propios Bush padre e hijo, en la furibunda W (2005). Todos presidentes, el último aún en ejercicio en el momento del estreno. "En esos casos, estaba presente el drama, la ficción. Acá, el acercamiento es totalmente distinto. Me interesaban las personas, su temperamento. Leer nota

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