
Se trata de una escena habitual en Georgia, un país del Cáucaso donde los cánticos a tres voces reverberan a través del aire cargado de incienso en las iglesias antiguas. El orgullo nacionalista y la creciente fuerza de la iglesia ortodoxa georgiana se entrelazan con un renacimiento de su antigua música sacra polifónica, reprimida durante el régimen soviético. Leer nota
No hay comentarios:
Publicar un comentario