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Quince años después de la separación, los
Lions in Love reactivan una banda que, a mediados de los noventa, supo preparar un cóctel sorprendente e imprevisible, “una bomba atómica”. “La música que hicimos es bastante indefinible”: el que toma las riendas de la charla es el baterista Pablo Guadalupe, rodeado por la cantante Stefanie Ringes, el saxofonista Willy Crook y el trompetista Hugo Lobo. Y continúa: “Recuerdo que a los críticos de rock les encantábamos, y a los músicos también. Nuestros recitales eran potentes. Yo tenía muchas ganas de volver a tocar con mis amigos. Volver 17 años después con Lions In Love no es un negocio, sino un placer. A mí no me pagaron el viaje de España a Buenos Aires para tocar. Vine para estar con ellos y eso es lo más importante”, dice.
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