lunes, 7 de febrero de 2011

El tesoro oculto de Brassens

No podía sospechar Clémentine Deroudille que el tesoro inédito de Georges Brassens se escondía en unas maletas. La periodista francesa escudriñó y curioseó en los armarios y en los cajones de la que fue la casa de siempre del monstruo de la canción francesa, en el número 42 de la rue de Santos-Dumont, en el distrito 15 de París. Y descubrió, al menos, dos joyas: un conjunto de textos inéditos de canciones del Brassens más juvenil (cerca de 40) y el diario personal que el maestro llevó toda la vida, incluidos los pasajes relativos a su estancia en el campo de trabajo alemán de Basdorf durante la Segunda Guerra Mundial. Unas páginas de las que todo el mundo hablaba pero que nadie había visto de cerca... Leer nota

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