jueves, 16 de agosto de 2012

La ruta de Gabo

Aquí vivió, allí escribió, aquel otro lugar lo inspiró. Consciente del genio que dio a luz, Colombia cuenta en sus calles la vida y obra de Gabriel García Márquez tanto como él la contó. Su hijo preferido vive hoy en México DF, ciudad que eligió para su retiro, pero al sumergirse en el calor húmedo del Caribe, las paredes coloniales de Cartagena, la carnavalera Barranquilla o la verde y universitaria Bogotá, el camino se hace también entre las letras del escritor. García Márquez navegó el río Magdalena, cantó vallenato, vistió guayaberas, leyó las crónicas de siglos pasados, visitó las ciudades de su país y las espió desde afuera en sus exilios, olió sus flores, de las más conocidas del mundo, y caminó sus calles cargadas de historia. Las mariposas de colores extraños cruzan la vista con frecuencia, y el color amarillo –de la buena suerte para los colombianos, indicio de lo negativo para los Buendía de Cien años de soledad– aparece en paredes, vestimentas, alimentos. Leer nota

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