"No soy un recolector de afectos" Actor inmenso, entrevistado ideal. No sólo diseña el escenario para el encuentro, con relojes detenidos y manjares simples, sino que evita, tal vez sin proponérselo, los lugares comunes del género. Básicamente, porque dice lo que otros no dirían. Con una intensa trayectoria y unos cuantos premios sin fronteras, cuenta que "el otro día, yo caminaba por la calle y unos chicos que estaban lavando unos autos me gritaron Ché, José, qué quilombo, el pibe no es tuyo. Me morí de vergüenza y, al mismo tiempo, me conmovió, me gustó y me sorprendió que me dijeran José... Leer nota
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