sábado, 12 de diciembre de 2009

Paul Auster

"Tal vez la verdad es invisible"
A lo lejos se ve la figura de un hombre de caminar erguido. De su aproximación avisa una bufanda roja, que destaca en el fondo de color oscuro del resto del vestuario, incluidos unos lentes negros. Avanza sin interferencias. Es Paul Auster. Auster en su ambiente, en Brooklyn, su lugar natural. Ya está aquí. Se quita los lentes para saludar y deja escapar una mirada de efecto relajante. Tiende la mano, la estrecha con intensidad. Abre la puerta del Sweet Melissa Cafe –uno de esos locales propios de Nueva York, que aún no se han clonado, de trato familiar– y cede el paso al invitado. Leer nota

No hay comentarios:

Publicar un comentario