Arrancó temprano y su ascenso fue veloz. A los 6 ya tenía el pianito en el que trazó sus primeras melodías y para los 14 tocaba en La Retiro, su primera banda. El pequeño Chucky de Ipola llegaría a primera un par de años más tarde de la mano de Miguel Botafogo. Su escuela fue siempre rodearse de experiencia y el despegue llegó a los 19, cuando ingresó a la Mississippi para reemplazar a Juanjo Hermida ("el mejor pianista que escuché acá", dice él). En la banda de Ricardo Tapia pasó cinco años y grabó tres discos. Leer nota
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