"No se tiren arena, che". La advertencia paternal de Diego Arnedo, bajista de Divididos, fue en vano. A esa altura de la tarde, el pogo se parecía más a una danza huracanada que al clásico ritual "salto-empuje-agite" que se da frente al escenario y que tan bien se lleva con la poderosa música de Divididos. Ayer la banda convocó a una multitud (los organizadores hablaban de 30 mil personas) en Arenabeach, en el que es hasta ahora -y parece que también terminará siendo- el recital gratuito más importante de la temporada. Leer nota
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