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Se publicó en los años 20. Colaboraban, entre otros, Borges, Marechal y Girondo. Uno puede imaginar a Borges de muchas maneras pero convengamos que es difícil verlo como autor de pegatinas por la ciudad. Sin embargo más de una vez practicó esa rutina nocturna a fines de 1921 y comienzos de 1922 cuando le tocó pegar las hojas de Prisma, la revista mural que fundó con Guillermo de Torre, Eduardo González Lanuzza y su primo Juan Borges. Apenas una hoja tamaño afiche con poemas e ilustraciones de Norah Borges, Prisma fue el primer atisbo de radicalización que marcó la irrupción de la vanguardia en la literatura y el arte en Buenos Aires en una década deslumbrante para la vida cultural de la ciudad y el país.
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