Si Pappo hubiera sido cineasta, se habría llamado José Celestino Campusano y habría dirigido Legión, tribus urbanas motorizadas, documental de una hora sobre motoqueros argentinos. Con él, Campusano hace su presentación oficial en la cartelera porteña. Revelado en la última edición del Festival de Mar del Plata con una película necesariamente llamada Vil romance, la propia figura de este nativo de Quilmes –45 años, botas, cuero, voz aguardentosa, larga melena oscura– recuerda sin vueltas al amigo argentino de B. B. King. Campusano parece salido, en verdad, de alguna de sus películas, todas ellas con Berazategui por patria chica y sus vecinos más heavies por protagonistas. Heavies argentinos, eso sí: conversadores, tranquilos y amigables. Leer nota
No hay comentarios:
Publicar un comentario