"Buenas noches -saludó-. No sabemos cómo deciros gracias por esperar, por abrigar, por calentar, con este frío siberiano que hace por aquí. Si creen ustedes que con los años se me pierde el miedo a Madrid, están ustedes equivocados...", confesó ante los gritos que le recordaban que en Madrid "estás en casa".
El concierto comenzó tranquilo, con temas lentos y un Sabina que caminaba por el escenario, bailaba y se sentaba a ratos, mientras los vendedores ambulantes hacían el agosto vendiendo entre el público sombreros negros como el del artista. Ya a la cuarta canción salió el Sabina poeta, que, guitarra en mano, presentó como sólo él sabe 'Medias negras' en un sencillo escenario decorado con tuberías iluminadas y antenas sobre el fondo de una vista de Madrid desde las azoteas. Leer nota
El concierto comenzó tranquilo, con temas lentos y un Sabina que caminaba por el escenario, bailaba y se sentaba a ratos, mientras los vendedores ambulantes hacían el agosto vendiendo entre el público sombreros negros como el del artista. Ya a la cuarta canción salió el Sabina poeta, que, guitarra en mano, presentó como sólo él sabe 'Medias negras' en un sencillo escenario decorado con tuberías iluminadas y antenas sobre el fondo de una vista de Madrid desde las azoteas. Leer nota
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