miércoles, 17 de febrero de 2010

Federico Fellini

Vida y obra del gran Fellini, en una muestra homenaje
Caleidoscopio felliniano. La mirada patética de Gelsomina, una extraordinaria Giulietta Masina, nos contempla desde una escena de La Strada. Cristo, con los brazos abiertos, enganchado a un helicóptero, vuela hacia la Basílica de San Pedro con la inmensa plaza colmada de fieles en La Dolce Vita. Una Anita Ekberg imponente despliega su carnalidad, en medio de la Fontana di Trevi, junto a un Marcello Mastroianni fascinado que la roza pero que no puede llegar a besarla como esperábamos, anhelantes, los varones de todo el mundo. Leer nota

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