martes, 30 de marzo de 2010

Carlos Garcia Lopez

Tocar la guitarra todo el día
De un cachetazo involuntario, el Negro García López tira el grabador que está registrando la entrevista. El daño no existe. El viejo aparato, que resiste estoico la invasión tecnológica, yace un segundo al borde del knock out y vuelve en sí. “Estos tienen un compresor, ¿sabía? Yo los uso para grabar mis temas”, reanuda él una conversación por la que ya habían pasado, en fuga hacia atrás, sus intervenciones juveniles en La Torre, el accidentado estar con Charly García de Parte de la religión, junto a Los Enfermeros y los ocho años que vivió en México. “La verdad es que me había ido por un año y me quedé siete más... Me enamoré del DF”, dice, con esa sonrisa que siempre le cuelga de la cara. El retorno fue hace tres. Leer nota

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