sábado, 29 de octubre de 2011
Osvaldo Bayer : Si, a la noble igualdad
Ya se cumplen noventa años. Algo inexplicable. La crueldad más ocultada de nuestra historia. El fusilamiento de los peones patagónicos de 1921. Un crimen que dejó abierta una herida que no cicatrizará jamás. Llevado a cabo por un gobierno elegido por el pueblo, el de Hipólito Yrigoyen. No hay explicación alguna. Se fusiló y ya está. Se cumplieron órdenes, dijo el Ejército. Han quedado para siempre como testigo las tumbas masivas. Ahora ya marcadas. Allí están, silenciosas pero que hablan por sí mismas y lo dicen todo. Fusilados por pedir tan poco. Y sus héroes: don José Font (Facón Grande), Albino Argüelles, Ramón Outerello, el alemán Schultz. Y cientos de chilotes, argentinos, y trabajadores llegados de más allá de los mares. Leer nota
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