Aquella voz atravesó la sala a media luz y solo entonces supe que era cierto.
“Ya ves, a veces me canso de ser hombre y también
me agota escuchar que todo va bien,
y ver tristes hombres mirando al sur,
y no existir si no me miras tú.”
Esa fue la primera canción de Ismael Serrano en La Habana. Aquellas lámparas, un piano estrellado y un pianista simpático, un hombre y sus dos guitarras, eso era todo, y no hacía falta más. Fueron más de tres horas de esa música entrañable, poesía urgente para sacar las fuerzas,para abrir puertas y ventanas y creer en la propuesta del bardo español: “Hay que luchar por los sueños por más imposibles que parezcan…” Nota aquí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario