Cuenta la leyenda que a sus cuatro años, Juan Salinas subió al escenario donde estaba tocando su padre Luis y -luego de canturrear en su lengua infantil- se despidió del público con un sentido “gracias por venir”. Inequívoco destino de artista.
Juan tiene hoy 16 años y al menos desde hace dos y en un plan mucho más profesional suele ser invitado estable de la banda de Luis Salinas, uno de los guitarristas más expresivos y virtuosos de la Argentina. Y generoso habría que agregar, ya que Salinas padre le brinda a su hijo la posibilidad de mostrarse en diferentes escenarios de aquí y del mundo, en un marco de cuidado extremo y rodeado de grandes músicos. Claro que Juan tiene con qué. Más allá de la influencia obvia de su padre, al chico se le descubre el buen gusto y la buena técnica con sólo escuchar un par de fraseos de su guitarra. Se puede comprobar en los conciertos del viernes y sábado próximo. Nota aquí.
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