jueves, 4 de marzo de 2010

Chico Buarque

El burlador
Todo lo que fuese de Chico Buarque, cualquier cosa firmada por él, la censura lo prohibía. Sin dar justificaciones, en actos que no permitían recursos o contestación judicial.
Chico fingió que había muerto. Pero maquinaba una venganza terrible que humillaría por el humor, que gambetearía el autoritarismo y la represión con talento y picardía. Comenzaba a nacer Julinho da Adelaide, el nuevo gran nombre de la música brasilera, uno de los pocos rayos de sol en las noches silenciosas de 1974. Leer nota

No hay comentarios:

Publicar un comentario