sábado, 1 de octubre de 2011

Joaquin Sabina : Me siento póstumo

Recibe en su bellísima casa en pleno corazón de Madrid, en alpargatas, con sus siete gatos ignorándole olímpicamente, sus inquietantes cuadros y sus discos de platino colgados en las paredes del retrete. Cerca de él una cubitera con hielo; dentro de ella un champan francés que denota que él ya no está para tonterías. Lo degusta suavemente, sin urgencias. Tiene una dulce sonrisa permanente, sólo rota por unas buenas y saludables carcajadas cuando el tema lo requiere. Nota completa aquí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario