Contrariamente a su imagen de leyenda, proyectada por el cine, Vincent van Gogh no era un "genio loco", un "maníaco" que creaba a golpe de inspiración visionaria, sino un artista tremendamente trabajador y concienzudo. "Se cree que sufría algún tipo de epilepsia, pero no trabajaba cuando se encontraba en ese estado", señala la experta británica Ann Dumas, que prepara la exposición "El auténtico Van Gogh: el artista y sus cartas" para la Royal Academy of Arts londinense (del 23 de enero al 18 de abril del 2010). "Es cierto que era una personalidad apasionada, pero al mismo tiempo tenía una gran cultura, fruto de su voracidad lectora", agrega Dumas, según la cual entre sus autores favoritos estaban William Shakespeare, George Eliot o Charles Dickens, a los que podía leer directamente en inglés. "Van Gogh era además un excelente escritor", afirma la experta, que dice que la exposición podría haberse titulado también "Van Gogh, escritor y artista". Leer nota
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