Estamos bien en el refugio los 33.” Esta corta frase, escrita con tinta roja en un viejo papel bastó para que el país se estremeciera de punta a punta. Era la señal palpable e indiscutible de que los treinta y tres mineros atrapados en la mina San José, desde la tarde del 5 de agosto, habían sobrevivido al derrumbe que la afectó ese día, ganándole también a la escasez de aire, a la poca agua y nula alimentación, a la oscuridad. Al miedo.
Leer nota
No hay comentarios:
Publicar un comentario