Quiero dedicar este premio a la memoria de Josep Sunyol, el presidente del Barça que en 1936 fue asesinado por los enemigos de la democracia.
Y también quiero rendir homenaje a los deportistas peregrinos, que un año después, en 1937, encarnaron la dignidad, malherida pero viva, de toda España. Me refiero a los jugadores del Barça, que en 1937 recorrieron los Estados Unidos y México, disputando partidos de fútbol en beneficio de la República, y a la selección de jugadores vascos, que hizo lo mismo en varios países europeos. Nota completa aquí.
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