"Pienso en lo que sentí cuando escuché el primer disco de vinilo de All Things Must Pass", recuerda
Martin Scorsese en su casa de Nueva York, rodeado de carteles de películas clásicas y cerca de uno de los tesoros que exhibe detrás de un vidrio: las zapatillas rojas, ligeramente raídas y
espectrales, del filme de 1948 del mismo nombre. "Fue oír su guitarra y escuchar las letras; el sonido de Phil Spector también ayudó. Había algo en la manera en que él tocaba, algo mágico que sucedía… Era extrañamente ritual, como la manera en que las campanas suenan en una ceremonia budista, o cierta música de iglesia. O sea, ésta es la conexión conmigo en todos estos años; esto se remonta a 1970. Es mucho tiempo. Todavía tengo ese LP". Leer nota
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