lunes, 14 de noviembre de 2011

Pedro Guerra y el ángel de las cosas sencillas

Cuando apenas era conocido por la mayoría, Pedro Guerra formaba parte de mi selecto club de amigos cantantes, así los llamaba una querida amiga. Yo le descubría a veces nuevos autores, se los hacía escuchar y a menudo ella me preguntaba: ¿y éste también es amigo tuyo?, y luego se sonreía.

Ella se interesaba por mis amigos y en sus canciones, en reconocerlas y sentirlas, en disfrutarlas y hacerlas también suyas, me acompañaba a los teatros para vivirlas en directo y a menudo se emocionaba. Pedro fue uno de aquellos “amigos” míos, y al poco tiempo también fue el suyo, ella se enamoró de Pedro y de sus canciones y lo disfrutó mucho en lo sucesivo. Leer nota

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