En la mesa de al lado pronuncia alguien tu nombre.
Es un muchacho pálido que mira a una muchacha.
Ella no dice nada. Sólo deja en su mano
una dulce caricia. En el café se escucha
una música suave. Por la calle
pasa, como asustado, el calor de la tarde.
Completo aquí.
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